¿Eres Lilith o Eva?


Lilith corría salvaje entre la frondosa vegetación y, lo demás ya sabemos, tenía una profunda conexión con los animales, los minerales y con el mismo Dios. En ese paraíso abundaban el amor, el respeto y la buena voluntad. Lilith y Adán se amaban, sin embargo, a veces el respeto suele perderse con la tentación y el egocentrismo.

Una vez Adán, en su afán de poseer íntimamente a Lilith, hizo que la armonía se rompiera y apareciera la pugna de poder. ¿Acaso no soy hecha del mismo polvo?, ¿no somos iguales?, ¿por qué quieres dominarme?, ¿por qué he de acostarme contigo? Adán, sin responder, seguía presionando a Lilith para someterla sexualmente, ella viéndose atrapada bajo el cuerpo de Adán sin poder defenderse, sin encontrar salida, exclamó el nombre sagrado de Dios fuertemente y con dos alas nacidas desde su espalda voló hacia la luna. Allí permaneció varios días hasta que Dios le permitió quedarse en el lado obscuro y salir únicamente en luna llena, una sola vez cada 28 días. A partir de ese momento hasta la actualidad, Lilith en los plenilunios vuela alegremente por el universo disfrutando de su paz y de su soledad.

Adán luego de reconocer su error, pidió a Dios que le diera una segunda oportunidad de tener una pareja a quien amar y por quien ser amado. Así, de su costilla nació Eva quien era una mujer dócil, suave como el viento que acariciaba las flores del Edén. Adán y Eva tuvieron hijos, lo demás la historia ya lo ha contado por milenios.

A partir de entonces, Eva es la representación de la mujer tranquila, pacífica, amante de la familia, de la seguridad de un hogar sin contratiempos, del perdón y del amor incondicional, fiel a las tradiciones, a la estructuras. Eva es muy delicada, se expresa con palabras suaves y no suele dejarse llevar por las pasiones. Por otro lado, Lilith es símbolo de la mujer agresiva, pasionaria, decidida, de armas tomar, de aventuras y riesgos sin límites, de vivencias salvajes, de sexo ardiente y, por sobre todas las cosas, libre como el viento, bruja, pero no por eso de malos sentimientos.

La historia ha colocado a Lilith sobre un pedestal demoníaco, símbolo de maldad, de crueldad y de sentimientos de muy bajo astral. Es probable que se deba al sistema patriarcal que, en aquellos tiempos, sometía a la mujer y la invisibilizaba relacionándola directamente con el demonio y con el sufrimiento de seres inocentes, seres que luego de sacrificarlos lograba alcanzar sus objetivos.

Nada más lejano de la realidad, en la actualidad, Lilith es el ícono de la igualdad femenina, de los derechos del hombre y la mujer y la lucha contra la violencia sexual y de género.

Te invito a estudiarlas y amarlas a ambas, a que el espíritu de ambas mujeres quepa en tu interior para que encuentres tu equilibrio, especialmente a tu Lilith y la dejes expresarse libre como siempre ha sido.

Ahora que conoces quien fue la primera mujer en el planeta, cuéntame, ¿quién eres tú? ¿Eva o Lilith?

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