Mi historia comenzó hace 20 años, cuando tenía 17 años de edad conocí a una señora que tenía el don de clarividencia, se me acercó y me dijo que yo también tenía el mismo don que ella, se acercó pero tenía que activarlo por medio de la oración. Me causó curiosidad lo que dijo y, desde entonces, empecé a orar y a leer la Biblia todos los días, hasta que un día sentí una sensación muy extraña y supe que el Espíritu Santo había estado conmigo. A partir de este momento empecé a ver a las personas y saber cosas de ellos. Es la sensación de estar viendo una película de lo que les estaba pasando en sus vidas o lo que les iba a suceder. En una reunión familiar, estábamos reunidos y empecé a contar cosas muy personales de los que estaban alrededor y se sorprendían debido a que eran secretos o temas muy íntimos que nunca habían hablado con alguien al respecto. Luego, se hizo una costumbre las reuniones y cada 8 días nos encontrábamos para hablar con ellos. Fue así como se fue corriendo la voz y, poco a poco llegaban más personas al lugar. Sin embargo, esto lo hacía aleatorio con mi trabajo. Después se convirtió en mi medio de trabajo porque necesitaba invertir mucho tiempo debido a los viajes que realizaba a otros lugares como casas, fincas y a visitar a otras personas. Todo lo que he aprendido ha sido gracias a la oración y a la Biblia, también gracias a las personas con las que me he rodeado que saben de temas como el trabajo con esencias. Mi lugar de trabajo ha sido mi casa, desde allí hago oración y realizo consultas espirituales. Mi trabajo ha crecido gracias al voz a voz de mis pacientes. El grupo de personas que atiendo también creció con ayuda del grupo de oración que tuve por un tiempo.
Soy una persona empírica. Puedo ayudar a las personas con sus conflictos sentimentales, mujeres que no pueden tener hijos, a tratar enfermedades como el cáncer, realizo imposición de manos, además de ayudarlos a liberar y tranquilizarlos. Cuando visito las casas puedo ver los espíritus, entierros y situaciones que pasan allí. Realizo limpiezas en las casas. Trabajo con esencias y con velas. Básicamente mi don se trata de mirar a la persona y con esto puedo sentir sus enfermedades, dolores, tristezas, ataques de espíritus y también doy mensajes de personas fallecidas pero solo cuando ellos se presentan, sin invocarlos.
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